La estafa más vil

Escrito por cardenas el día 12 de abril del 2012.

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Más de cuatrocientos perjudicados. Es la cifra que maneja la Guardia Civil en la actuación denominada “Cigoto”, llevada a cabo en Alicante, y que aún sigue en fase de investigación. Más de cuatrocientas familias que hicieron un esfuerzo económico para garantizar la conservación de las células madre de su recién nacido. Me repugna especialmente esta estafa, a la vez que me conmueve la situación de sus víctimas, por la delicada naturaleza de los servicios objeto de contrato. Familias que querían guardar la sangre del cordón umbilical de sus hijos recién nacidos para poder sanarlos si ellos o sus hermanos sufrían en el futuro de alguna grave enfermedad o dolencia. El presunto culpable, antiguo trabajador de un laboratorio de prestigio, les mintió vilmente. Había creado dos empresas falsas, con sus correspondientes páginas web, a través de las cuales captaba a los confiados futuros padres. En su ambición totalmente carente de escrúpulo alguno, incluso llegó a impartir charlas de preparación al parto para engañar a más inocentes. Y todo ello valiéndose de la información privilegiada de que disponía por su condición de antiguo trabajador de una empresa de conservación de sangre que sí era real.

Me imagino la indignación de estas familias. Las que más suerte tienen, han encontrado su muestra en algún laboratorio (la Guardia Civil ha localizado 350 muestras), pero las empresas destinatarias de estos tejidos en muchos casos no han cobrado nada, por lo que seguramente esos padres engañados deberán hacer frente, por segunda vez, al pago del servicio, para garantizar la conservación de las muestras. Ello, claro está, previa la comprobación de su identidad y del perfecto estado de la sangre. Los menos afortunados tendrán que asumir la pérdida de la muestra, y del dinero invertido.

Si el dinero puede ser importante para la mayoría de los afectados, lo peor sin duda es la pérdida de la muestra. Se pierde la posibilidad, más o menos remota, más o menos hipotética, de sanar a un hijo en el futuro. Y la salud de un hijo no tiene precio. En este caso las víctimas no son sólo los padres, sino también los niños, recién nacidos que no tendrán acceso a esa curación.

No ha trascendido si los tres detenidos (un hombre, su esposa y otra mujer) tienen hijos. No lo creería si me lo asegurasen. No me entra en la cabeza que puedan vivir tranquilos sabiendo el engaño y los perjuicios que están causando a tantos padres y a tantos niños.

Estoy a punto de ser madre y me solidarizo con todas estas víctimas. Deseo que se demuestren los hechos y se castigue a los culpables. La responsabilidad penal que les exigirá el Estado de Derecho no equivaldrá a la pérdida sufrida, pero al menos servirá para aplacar la ofensa causada. Como abogada haré todo lo posible para que así sea.

Los afectados pueden contactar con la Guardia Civil a través del correo damnificados-celulasmadre@guardiacivil.org.

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