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Cuando se tiene la mala fortuna de sufrir un accidente de tráfico, se suele actuar de manera precipitada, urgente, y la mayoría de ocasiones, sin pensar. Por eso, conviene tener en cuenta que todo lo que hagamos, sobre todo en los primeros momentos, es determinante de que luego se obtenga una rápida y adecuada indemnización.

Aquí expongo unos sencillos consejos que ayudarán a la gestión posterior de los trámites:

1. Mantener la serenidad. Ante un accidente es normal ponerse nervioso y bloquearse, pero resulta crucial tener la cabeza fría y asumir que todo lo que hagamos ahora condicionará el resultado posterior.
2. Anotar los datos de todos los vehículos intervinientes. La mejor manera de no equivocarse es hacer fotos con el móvil de todas las matrículas, y una foto panorámica de la situación final de los vehículos. También hay que fotografiar el entorno y anotar el nombre de la calle o el kilómetro de la vía donde ha ocurrido el accidente.
3. Hablar con las personas que han sido testigos y anotar su nombre y datos de contacto. En caso de versiones contradictorias entre los conductores de los vehículos implicados, los testigos van a ser fundamentales para determinar la responsabilidad del accidente. Recuerda que una vez que te marches del lugar, será prácticamente imposible localizarles si no has tomado sus datos.
4. En caso de que sólo haya habido daños materiales en los vehículos, se deberá rellenar un parte amistoso. Si el otro conductor no asume su responsabilidad o bien pretende marcharse sin hacer el parte, debemos llamar inmediatamente a la Policía Local o a la Guardia Civil para que vengan a levantar atestado. En el caso de que el conductor contrario huya del lugar antes de que vengan los agentes, será FUNDAMENTAL haber anotado la matrícula para su localización posterior.
5. Si hay algún lesionado es necesario avisar siempre a la Policía Local o a la Guardia Civil a fin de que hagan el atestado correspondiente. Cuando hablamos de lesionados, solemos pensar en heridos de cierta gravedad, pero incluso aunque sea una colisión leve, en la mayoría de ocasiones se produce el denominado “latigazo cervical” por el movimiento del cuello en el momento del choque. A la menor molestia que se note, se ha de hacer constar bien en el parte amistoso (en el apartado “víctimas”) o bien en el atestado de la policía.
6. Si se ha sufrido algún tipo de lesión, incluso leve, se ha de acudir al servicio médico de urgencias inmediatamente, donde se rellenará el oportuno parte por accidente. La inmediación aquí también es crucial, ya que es el único modo de demostrar el nexo causal entre el siniestro y la dolencia padecida. Si acudimos al médico días después del accidente será mucho más complicado acreditar que la lesión es consecuencia de aquél; máxime si en el parte amistoso o en el atestado no consta que haya heridos. Y es muy importante también, si se está trabajando, informar al médico de la mutua para que nos tramite la baja en caso de que sea necesario.
7. Hay que peritar el vehículo accidentado. Igual que en el caso de las lesiones, la peritación de los daños del vehículo se ha de realizar lo más pronto posible para poder demostrar la relación de causalidad entre el accidente y los daños.
8. Hay que dar parte del accidente a nuestra compañía de seguros en el plazo máximo de siete días desde el accidente.
9. Una vez hecho todo lo anterior, es conveniente hablar con un abogado para que nos tramite la indemnización a percibir. Todas las aseguradoras cuentan con servicios jurídicos, y el asesoramiento está incluido en la póliza. Normalmente, a los pocos días del accidente nos llamará el abogado de nuestra compañía para indicarnos los pasos a seguir. Lo que no nos dicen es que las pólizas – la mayoría de ellas – incluyen la posibilidad de contratar un abogado particular para esta gestión, en lugar del abogado de la compañía, siendo sus honorarios asumidos por la compañía de seguros.
10. Hay que pedir y guardar TODAS las facturas de los gastos que nos ocasione el accidente: gastos médicos y de farmacia, gastos de transporte (autobús, taxi o vehículo de alquiler), incluso en casos extremos, gastos de contratación de una persona de asistencia.

El seguimiento de estos pasos facilitará enormemente la obtención de una indemnización rápida y justa por todos los daños y perjuicios sufridos. Y por último conviene recordar que si, en el plazo de seis meses tras el accidente no se ha solucionado nada, será necesario presentar una denuncia ante el juzgado de instrucción, a fin de no perder los derechos que nos correspondan.